Hay un punto de gran importancia que muchas veces es pasado por alto y sin darnos cuenta puede retrasar todos nuestros progresos y sabotear el esfuerzo que realizamos todos los días en el gimnasio, la cama y el comedor: ¡El cortisol!
El cortisol es una hormona básicamente catabólica que actúa en contra de la testosterona de diferentes maneras. A continuación te voy a explicar de forma clara y sencilla para que no lo pases nunca por alto.
Generalmente las células de nuestro cuerpo utilizan la energía en actividades metabólicas tales como reparación, renovación y formación de nuevos tejidos y músculo cuando entrenamos para ese fin. Pero si se produce una situación de estrés, sobre entrenamiento o deficiencias alimenticias entre otros factores, inmediatamente el cerebro envía un mensaje a las glándulas adrenales para que liberen cortisol. Esta hormona hace que el organismo libere glucosa a la sangre para enviar cantidades masivas de energía a los músculos, de esta forma todas las funciones anabólicas de recuperación, renovación y crecimiento de tejidos se paralizan y el cuerpo entra en un estado catabólico hasta poder resolver esta falencia. Si nosotros permitimos que este estado de “estrés” sea prolongado en nuestro cuerpo, entonces el único proveedor de glucosa del cerebro en ese momento (el cortisol), tratará de conseguirla por diferentes vías, bien sea destruyendo tejidos, proteínas musculares, ácidos grasos y cerrando la entrada de glucosa a los otros tejidos. En términos más claros “acabando con tu músculo”.
¿Cuáles son las causas para que el cortisol se libere? La principal causa de la liberación de esta hormona es el “estrés”. Si, de hecho es popularmente llamada la hormona del estrés y cuando esto sucede nuestro cuerpo reacciona de forma instantánea como mecanismo de supervivencia y libera el cortisol para protegerlo de cualquier falencia. ¿En que te perjudica principalmente? En la pérdida de musculo si no nos enfocamos al tema que nos atañe; ya que como te había dicho anteriormente, éste trabaja en contra de la testosterona degradando las proteínas en músculos y órganos y usando los aminoácidos como energía. Entonces, ¿cómo podemos tratar de controlar que el cortisol no sea liberado en nuestro organismo? El factor más importante es procurar mantener un ritmo de vida tranquilo y en lo posible evitar o minimizar las situaciones que nos desequilibren emocionalmente. Parecería complicado y muchas veces seguramente está fuera de nuestro control; pero si esto sucede también podemos menguar su efecto contraproducente ajustando las siguientes variables:
– Dormir lo suficiente o por lo menos las ocho horas requeridas.
– Ingerir alimentos de calidad. Por el hecho de pasar por una crisis emocional o de estrés, no descuides tu alimentación. Recuerda lo mucho que te cuesta lograr tus objetivos! ¡Proteína, proteína y proteína! No olvides que tus músculos se construyen esencialmente con esta palabra. así que si te permites tener falencias de proteína y carbohidratos, darás paso a un déficit de calorías lo cual se traduce en una elevación considerable del cortisol.
– Las bebidas negras te acentúan todos los síntomas en cuanto al estrés y falta de sueño se refiere, además de otras variables por lo cual no son muy recomendables en este tipo de situaciones.
Espero te haya sido de gran utilidad este módulo y recuerda que antes que nada debes proteger lo que con tanto trabajo y esfuerzo has logrado. Muchas veces las personas echan todo por la borda rápidamente por alguna situación emocional, personal o de trabajo; pero aunque todos sabemos que es difícil mantener la concentración, hoy está la diferencia entre los ganadores y los que no lo son!